LA CARA Y LA CRUZ

Un sobresaliente exceso de confianza hizo que hoy el S.O.D. no se llevara el encuentro ante un Aluminos Aldide, que aprovecho la falta de pegada del conjunto naranja.

Como ya es habitual en los encuentros del S.O.D, el conjunto rival empezó pegando primero, merced a un balón mal blocado por parte de Javi cuyo rebote aprovecharon los delanteros del Aluminios, con la complicidad de una defensa pasiva del S.O.D.

Hasta el gol lo mostrado en el campo era de una total igualdad de juego por parte de ambos equipos y es que el S.O.D. por momento de la sensación de poder jugar de tu a tu a los equipos altos de la tabla, y tal sensación se vio recompensada con la igualada en el marcador por parte del S.O.D. gracias a un tanto transformado por Nene.

Con el 1-1 en el marcador finalizaron los primeros 45 minutos.

Tras la reanudación se vio la “ cara “ del S.O.D, posesión, colocación, toque y constancia, constancia que dio sus frutos en el tanto transformado por José “El Cuñao”, que ponía así el 1-2 en el marcador favorable a los mesoneristas.

El encuentro tras el tanto pintaba bastante bien para el S.O.D. y mas cuando una acción realmente absurda por parte de un jugador del Aldide, que realizo un fea entrada sin balón al central del S.O.D., Nene, dejaba al equipo aluminiero con un hombre menos.

Y es que con un marcador favorable, un jugador mas sobre el campo y la actitud que mostraba el equipo, todo parecía que en esta mañana de Domingo, esta vez si……
Pues no, aquí llego la “ cruz “ y es que con la expulsión del jugador del Aldide, parece que virtualmente también se marcho algún que otro jugador del S.O.D., por que desde ese momento el club naranja bajo en exceso el pistón, se relajo en demasía, se confió demasiado en la renta que llevaba en el marcador, lo que le acabo por costar el partido.

Resultado final de 4-2 a favor del Aluminios Aldide y nuevo tropiezo del S.O.D. en la presente campaña.

En resumen el S.O.D. repite una y otra vez el mismo guión. No pierde nunca la cara a los encuentros, pero sucumbe víctima de sus limitaciones, que con el paso de los partidos son más que evidentes. Le cuesta un mundo crear ocasiones y siempre tiene un par de despistes defensivos que, en este campeonato, suelen ser letales.